
Las vibraciones y frecuencia del niño índigo son muy activas
en el aura o campo energético del planeta Tierra. Su radiación viene desde la
7ª Dimensión espiritual.
A medida que el ser humano expande su conciencia, permite
que la frecuencia Índigo se exprese y se incorpore a nivel individual; así
tenemos el hecho de poder encontrarnos personas índigo que son adultos, adolescentes,
niños y bebes.
Actualmente y de manera paulatina la humanidad sin
excepción, ha incorporado la posibilidad de tener y sostener la frecuencia
índigo.
Cualidades de receptibilidad desde hace dos o tres décadas
se manifiestan en su nivel de receptividad, autonomía, carácter, inteligencia,
creatividad, sociabilidad, criterio personal, memoria, habilidad..., es
diferente, es brillante y espectacular en la mayoría de los casos; esto es así
porque la radiación índigo esta ya arraigada y permite la "siembra"
de esta frecuencia en mejores condiciones que anteriormente se las recibía.
Sin embargo, poseer las características (o gran parte de
ellas) de la frecuencia Índigo no quiere decir que seas un Índigo o Niño de las
Estrellas.
Los actuales bebes poseen del 30 al 90 por ciento de esta
frecuencia.
Los niños de entre 1 a 13 años pueden poseer y manifestar
las características índigo en una proporción del 30 al 90 por ciento.
Los adolescentes entre 14 a 22 años pueden manifestar
características índigo en un 30 a 90 por ciento.
Los adultos de 23 a 50 años e incluso de más edad, pueden
manifestar características del 30 al 90 por ciento.
Sin embargo maestros índigo o niños de las estrellas que
nunca han estado encarnados en este planeta tierra anteriormente y que traen
como misión facilitar a la humanidad el salto frecuencial a cuarta y quinta
dimensión, solo habrá actualmente unos pocos miles en todo el planeta y la
mayoría son aun bebes o niños pequeños. Cuyo ADN ya es diferente al actual.
La tolerancia que se debe sobrellevar al tener un niño
índigo, es que algunas de sus conductas como las que estudiamos deben ser
proyectadas en el progenitor como en toda una cultura de tolerancia en estos
casos como cuando:
• Los Índigo son abiertos y honestos, esto no es una
debilidad, sino su mayor fortaleza. Si no son honestos y abiertos con ellos,
ellos seguirán siendo los mismos con ustedes: sin embargo, no los respetarán.
• El aburrimiento puede traer arrogancia en los Índigos, así
que no dejen que se aburran. Si actúan con arrogancia, significa que necesitan
un nuevo desafío y nuevos límites. Alimente sus cerebros y manténgalos ocupados
de la mejor forma posible. Los padres, maestros y auxiliares tienen que ser
capaces de establecer y mantener límites claros, y sin embargo, lo
suficientemente flexibles para cambiar y ajustar esos límites cuando sea
necesario, basados en el crecimiento emocional/mental, pues los Índigos crecen
rápido; Ser firmes, pero justos, es necesario para el bien de ellos y el
nuestro.
• El mensaje dado y transmitido por los adultos debe ser más
placentero que doloroso, y más basado en el amor que en el miedo. Mantenga al
niño informado e involucrado en los asuntos.
• Evite malentendidos simplemente dando explicaciones.
• No pierda la paciencia con su niño.
• Evite dar órdenes, en vez de usar órdenes verbales, use el
tacto para llamar su atención. Ellos son muy sensibles al contacto (toque en el
hombro, apretón de manos, abrazo, etc.)
• Mantenga su palabra negocie en cada situación.
• No esconda nada ni use lenguaje ofensivo.
• Deje que sus emociones le muestren amor, y no odio.
• Discuta la situación generadora de la reprimenda después
de ésta.
• Después de todo, siempre acérquesele al niño y vea si hubo
un aprendizaje y crecimiento tras la reprimenda.
Importante: Recuerde que el castigo no funcionará con estos
niños. El castigo es diferente de la reprimenda. El castigo está basado en la
culpa, mientras que la reprimenda se basa en un crecimiento o mejoramiento.
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